Durante las calurosas noches de verano escoger las sábanas adecuadas puede ser decisivo a la hora de conciliar el sueño y de descansar correctamente. Y es que hay que tener en cuenta que, aunque en un primer momento tengamos calor y es posible que nos apetezca dormir sin sábanas, a lo largo de la noche la temperatura se reduce y, sobretodo, nuestro calor corporal disminuye.
Antes del amanecer llega el momento en que la noche es más fría, y al mismo tiempo nuestro ritmo cardíaco es más bajo y en consecuencia nuestro cuerpo genera menos calor, en ese momento, que seguimos durmiendo, es probable que tengamos frío y puede que hasta pillemos un resfriado o nos levantemos con molestias musculares.
Solucionar estos problemas es muy sencillo, la clave es encontrar aquellas sábanas que no nos den calor mientras tratamos de conciliar el sueño. Las sábanas de algodón y poliéster presentan ventajas de ambos materiales, por un lado, las fibras del algodón se cruzan de forma uniforme, lo que les aporta a las sabanas firmeza y suavidad, además de una mayor frescura que materiales como el satén.
Por otro lado, el poliéster nos aporta comodidad, las sábanas con un cincuenta por ciento de poliéster se arrugan menos, dándonos estabilidad y mejorando el confort, sobretodo si nos movemos mucho o no nos gusta la rigidez al hacer la cama. El porcentaje de poliéster también significa que las sábanas serán más resistentes, se mantendrán en mejores condiciones por más tiempo y, por tanto, las convierte en una mejor inversión.
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